La obesidad es un tema que preocupa a todo el mundo o a una gran mayoría de personas, bien porque la padezcan o porque algún ser querido sufra de esta patología.
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¿Qué mensaje envía la obesidad a mí vida?
Todo lo que nos ocurre en la vida, es algo que tiene que ver con nosotros. Tenemos que descifrar e interpretar, para comprender el mensaje que está llevando a través de nuestro cuerpo.
El inconsciente biológico se manifiesta a través de nuestra corporalidad.
La obesidad se está convirtiendo en una pandemia en el mundo, es un problema que se ve, no tenemos que buscar personas obesas. Muchísima gente tiene un problema de sobrepeso, pero en muchas ocasiones por diferentes motivos.
Factores que influyen en la obesidad
- Ingesta inadecuada de comida.
- Sedentarismo.
- Hábitos inadecuados.
Un ejemplo claro del punto anterior es irrupción de los patinetes eléctricos, los cuales aparecen para añadir menos movilidad al ser humano.
Al final después de muchas opiniones, uno tiene que conocer su cuerpo para identificar los alimentos que te sientan mejor y que alimentos te sientan peor.
Pero nos vamos a centrar en los aspectos emocionales y psicológicos que tiene que ver con cada uno de nosotros. No se trata solo de unos patrones de hábitos alimentarios y de actividad física, que es importante.
En los hábitos alimentarios comemos con un exceso de azúcares, pero vamos a trabajar los aspectos psicológicos y familiares que juegan un papel decisivo en la producción y, mantenimiento de la obesidad.
La enfermedad de la obesidad es un efecto y no una causa.
¿Qué me está diciendo la obesidad en mi vida y que se refleja en mi cuerpo?
Personas que han hecho dietas de todo tipo, que lo han pasado fatal y no lograban perder ni un gramo. Pero de repente solucionan su vida, solucionan sus conflictos emocionales, que casi siempre son familiares, y esas personas empiezan a perder peso.
Después de tantos años haciendo ejercicio, no comiendo ciertos alimentos, probando todas las dietas, he solucionado ese conflicto que tenía en mi vida, he tomado conciencia de que hasta qué punto he estado aguantando una situación que no aportaba ningún beneficio.
Cómo realmente no me valoraba, ni me respetaba, etc. Fue tomar conciencia de todo esto y empezar a moverme mentalmente en otra dirección y, empezar a perder peso.
No existe una personalidad única del obeso, la persona obesa tiene dificultades para identificar sus propias sensaciones.
Los desórdenes de la alimentación tienen mucho que ver con la herencia que hemos recibido de nuestra madre. Por la falta de empatía de nuestra madre o padre se crea desde pequeños el no saber distinguir esa necesidad de saciarse a nivel físico o esta hambre que tengo de emociones.
El estado emocional en la comida es importante, estás muy estresado, muy preocupado, es más, comer con personas que te estresan es perjudicial, comer y hablar de temas estresantes es dañino, los grandes maestros orientales a la hora de comer no hablan, se ponen una música suave, alguien que está recitando un mantra o un poema o algo que ciertamente calme el espíritu.
Cuando estamos comiendo nuestro inconsciente no diferencia entre lo que como y la emoción que estoy teniendo. Puedes estar en un restaurante maravilloso, con una compañía perfecta, todo lo ideal para una buena velada y, recibes una llamada inesperada con la que automáticamente la comida que era un placer se convierte en un infierno.
Por ejemplo, en las fiestas de Navidad, al día siguiente nos encontramos mal o estamos griposos o con dolor de garganta. He estado comiendo con mi cuñado justamente enfrente y, forzando la sonrisa.
Importante es el equilibrio entre trabajo y descanso
Es muy importante dormir bien. Para encontrar el peso ideal es fundamental encontrar las emociones, identificar los ambientes emocionales, aprenderlos a gestionar.
Evitar la dictadura de comer de una manera u otra, puedes comer como te dé la gana, pero busca lo que le siente bien a tu cuerpo, hay que hacer ejercicio, es ocasiones moderado según la edad. Sobre todo, una vez más, es crítico el dormir bien.
Trabajaremos más a fondo en los ambientes personales e interpersonales.
Desde pequeños, si nuestra madre tiene problemas con nuestro padre o está estresada, podemos tener problemas de obesidad o de delgadez extrema precisamente por ese estrés que se percibe en el ambiente familiar.
Ante un estrés de un ambiente en peligro el inconsciente prepara tu cuerpo para la lucha o para la vida.
Cuando tienes una caída emocional (mi pareja me ha dejado, mi esposa o marido no me comprende, mis hijos me dan muchos problemas, etc.). Muchas personas se escudan o se esconden detrás de una ingesta desmesurada de alimentos.
También tiene mucho que ver las experiencias estresantes a edades muy tempranas que las sustituimos por alimentación.
En muchas ocasiones los padres en vez de dar más cariño dan más alimento. No se dan cuenta de que el niño está estresado o disgustado porque antes ha habido una discusión de pareja y, el niño está absorbiendo todo esto.
Asociamos comida con estrés, cuando estoy estresado, como.
Los estados emocionales de nuestra madre cuando estábamos en su vientre influyen en el bebé.
Atención a la asociación dieta y depresión, y sacrificio. Es como si te quitarán el disfrute de la vida, el placer de poder comer.
‘’Lo bueno o mata o engorda’’
Cuando uno está en equilibrio emocional puede comer lo que sea en cualquier momento cosas que te pueden engordar pero que en un momento determinado si estás contento, si estás feliz no va a pasar nada.
Las emociones y el sentimiento encuentran en la obesidad una forma de lograr un estado interno de equilibrio emocional.
Al trabajar la autogestión y sentimientos, diferenciamos entre ambas porque las emociones son adaptativas y los sentimientos son las explicaciones que yo me estoy dando a esas sensaciones que tengo. Tienen que ver con mis creencias, con mis valores, etc.
Para recuperar el estado físico, y un peso más adecuado, hay que cuestionarse nuestras percepciones, creencias, valores, liberándote de un estrés a nivel mental, emocional que te ayudará en gran medida en todo lo que hagamos.
Ocurre algo parecido al beber. Si bebes porque estás triste es peligroso, si bebes porque estás alegre sabrás cuando deberás dejar de beber. Aquí encontramos la diferencia entre el que sabe beber y, el que no sabe beber.
Alteraciones psicológicas más frecuentes
- Tener una imagen corporal distorsionada.
- Descontrol en la ingesta para sustituir o para compensar estreses emocionales.
- El estrés en la comida sin apenas ingerir alimento, en muchos casos, se ha ganado peso.
- Muchas personas comen chocolate al tener componentes antidepresivos, pero tienes que vigilar la cantidad que está comiendo.
- Trastornos de la sexualidad y de la obesidad, miedo a las relaciones, insatisfacciones sexuales, vivir con la pareja sin tener relaciones, nuestro cuerpo evoluciona negativamente y comienza a coger peso.
- Muchas mujeres esconden la obesidad porque hay un rechazo inconsciente, al estar el cuerpo de la mujer estereotipado, para no ser atractivas y no ser deseables. Si soy obesa y estoy fuera de los cánones de la belleza estaré o me sentiré más segura.
- Existe el miedo a estar delgado, personas que han estado en guerras, que han pasado hambrunas o han estado en campos de concentración, etc. Asimilan estar delgados a muerte.
El valor simbólico de los alimentos
Asociamos ciertos alimentos a la felicidad y otros no lo son. La utilización de la obesidad como la excusa de no conseguir algo, miedo social, miedo al sexo, etc.
La obesidad como castigo, estoy haciendo algo que no está bien, buscas en el inconsciente aquello que más daño te hace, la obesidad. Lo utilizamos como vía de escape par no pensar en otros problemas, una forma de evasión.
Existen casos de aproximación a tu pareja, percibo que mi pareja es un poco fea, entonces para compensar soy obeso.
Parejas que estando casadas eran obesas, y divorciadas o con otras parejas eran delgadas.
Existen casos de que un amigo delgado tiene un amigo obeso, entonces empieza a empatizar con su amigo obeso, lo aprecia y comienza a coger peso.
La introspección es fundamental para estudiar las herencias emocionales, sobre todo cuando vivimos unas experiencias sin saber para que las estamos viviendo. Repitiendo las mismas personas, las mismas situaciones provocando unas reacciones en la alimentación que antes no teníamos.
Es como lo que exponíamos anteriormente, cambiamos de pareja, de amigos, de situación y es como si nuestro cuerpo cambiase.
Las experiencias son oportunidades de conocernos a nosotros mismos, y si en realidad nos encontramos con ciertas personas y, al estar con ellas cambia nuestro metabolismo es porque estamos proyectando algo.
Tenemos que indagar los ambientes parentales antes, durante, y después del embarazo.
- Alimentación exenta de azúcares.
- El equilibrio mental y emocional es fundamental para que no ocurra nada en un cambio esporádico en tu alimentación como puede ser salir un día de fiesta.
- Ejercicio moderado según edad y posibilidades.
- El descanso, dormir sin interrupciones es una de las causas para combatir las causas que provocan el estrés y, que nos acercan a comer compulsivamente.
Importante aprender a desarrollar la resiliencia y asertividad, aprender a decir sí o no según lo que queremos. A las dificultades de la vida hay que sacarles la maestría, los problemas me harán más fuerte, seré más resistente, me conoceré más a mí mismo.
Las experiencias en la vida que nos han producido dolor, no las valoremos como experiencias negativas, más bien como experiencias para conocerme más a mí mismo, fortalecerme, desarrollar mis capacidades.
En definitiva, ser la mejor versión de ti mismo.