Qué es el coaching

¿En qué consiste el coaching?

En el vertiginoso mundo en el que vivimos, donde la búsqueda de crecimiento y éxito es constante, el coaching ha emergido como una herramienta fundamental para el desarrollo personal y profesional, pero… ¿Qué es el coaching? ¿Cómo puede transformar nuestras vidas y carreras profesionales? En este artículo, nos sumergiremos en el fascinante mundo del coaching, explorando sus fundamentos, técnicas y beneficios. Desde su definición hasta sus aplicaciones prácticas, desentrañaremos el misterio que rodea a esta disciplina, iluminando el camino hacia el autodescubrimiento y el logro de metas. ¡Prepárate para embarcarte en un viaje de autotransformación y aprendizaje continuo!

El coaching

¿Qué es el coaching? El coaching es una actividad destinada a orientar a las personas para sacar de sí mismas todo su potencial para mejorar su futuro y ayudarle a dejar atrás y superar los errores del pasado.

El coaching consiste en orientar a las personas para que ellas mismas aprendan en lugar de enseñarlas, con ello vamos a conseguir que vayan descubriendo la capacidad que tienen para afrontar todo lo que la vida les va demandando, al mismo tiempo, al ir logrando sus metas van adquiriendo una gran confianza en sí mismos.

Los coaches creen que las personas tienen más habilidades de las que demuestran, por eso su trabajo consiste en ayudarlas a que saquen a flote sus destrezas. Todas las personas somos capaces de sacar nuestra mayor fortaleza si nos lo proponemos, incluso en los peores momentos de nuestras vidas.

Orígenes del coaching

El coaching se originó en el deporte pero, poco a poco el arte del coaching se ha ido extendiendo a muchos otros campos, por ejemplo al campo educativo, ejecutivo, organizacional, familiar, de liderazgo, etc.

Desde hace años, el coaching ha ayudado a todo tipo de personas ha mejorar su vida y alcanzar las metas propuestas, sin importar su clase social ni sus orígenes.

Beneficios del coaching

Cuando tomamos decisiones, reforzamos la seguridad en nosotros mismos y asumimos plena responsabilidad tanto de los éxitos como de los fracasos y eso nos da plena libertad.

Para que las personas puedan aumentar la seguridad en sí mismas, además de ir acumulando éxitos, han de saber que los han logrado gracias a su esfuerzo. Al mismo tiempo, deben saber que hay otras personas que creen en ellas, lo que quiere decir que confían en ellas y las apoyan para que tomen sus propias decisiones.

En referencia a lo anterior, debemos rodearnos de personas positivas que en todo momento nos animen a seguir consiguiendo nuestros objetivos y que se alegren de nuestros progresos.

Objetivos del coaching

El coaching no es solo un método que hay que crear y emplear de forma estricta en circunstancias concretas. Es una manera de conducir y de tratar a las personas, de pensar, de ser y de estar.

La responsabilidad personal requiere capacidad de elección y esfuerzo, lo que nos va a proporcionar capacidad de elección que a su vez implica libertad.

Gracias a la aplicación del coaching en cualquiera de los ámbitos, nos damos cuenta de que elegir implica en muchas ocasiones sentirse desorientado. Es por ello que, con el procedimiento del coaching, podemos guiar a las personas que en momentos determinados de sus vidas se sienten perdidas y no saben bien por dónde ir. Ponerse objetivos será necesario, y para ello la ayuda de un coach será fundamental.

La autoestima es la fuerza vital de la persona, es el juicio que hacemos de nosostros mismos y, si se suprime o se reduce, todos nos resentimos. Por ejemplo, en el trabajo, el estrés es consecuencia de largos períodos de anulación. Ofrecer opciones y control en el puesto de trabajo, cuando es posible, reconoce y ratifica las capacidades del trabajador y refuerza su autoestima. De esta forma el estrés desaparece.

La mayor parte de lo que nuestros antepasados enseñaron a sus hijos tenía validez durante toda su vida. En general, vivían en un estado estable o, como mínimo, la estabilidad era lo normal, aunque esa realidad ya empezaba a cambiar. La mayoría de nosotros crecimos con esa situación de estabilidad, pero ahora debemos adaptarnos a condiciones cambiantes de  forma continua. Nuestros sucesores crecerán con el cambio como norma, por lo que tendrán que adaptarse a las distintos ritmos de ese cambio.

La nuestra es la generación que tiene dificultades para ajustarse al hecho de que el cambio es ahora la norma, nos ha pillado justo en esa generación que está en medio de la estabilidad y el cambio. Cuando mucho de lo que sabemos y amamos está cambiando, aceptar la responsabilidad personal se convierte en una necesidad física y psicológica para la supervivencia.

Una vez más, en esos cambios y procesos de adaptación, el coaching tiene un papel esencial. Son muchas las personas a las que les cuesta experimentar cambios, personas que sienten seguridad en su rutina estable y para ello requieren la atención de un profesional del coaching.

La clave en el coaching es concienciar a la persona para fomentar su atención y concentración, ello le va a proporcionar la claridad de ideas que necesita para centrarse en lo que es importante, en lo que la va a beneficiar. La clave está en centrar la atención y poner en práctica un plan para alcanzar los objetivos, es en ese punto donde tenemos que concienciarnos para poder ver con mayor claridad la situación. Todo ello nos va a proporcionar una gran seguridad en nosotros mismos a medida que vayamos dando pasos hacia la consecución de nuestras metas.

La responsabilidad es otro concepto u objetivo fundamental en el coaching. La persona que solicita la orientación de un coach, se tiene que comprometer a cumplir los pasos que se va fijando porque de no ser así no va a alcanzar los objetivos y se puede llegar a frustrar. Cuando  asumimos la responsabilidad sobre lo que pensamos y lo que hacemos, cuando tomamos el control de nuestras vidas, el compromiso que adquirimos aumenta, igualmente pasa con el rendimiento.

Conclusión

Un buen coach tiene que tener la habilidad de saber escuchar, estar presente, ser empático, mostrar interés, ser imparcial, tener experiencia, ser perceptivo y proporcionar apoyo; son algunas de las cualidades más importantes. Creer en uno mismo es fundamental a la hora de tener cualquier tipo de cualidad y de poder ayudar a otros a conseguir esa misma seguridad.

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